miércoles, 31 de marzo de 2010

NUNCA TE OLVIDARÉ PAPÁ

Después de tantos días de silencio, vuelvo con el corazón roto de dolor por el fallecimiento de mi padre.
Después de un invierno tan duro como este, de tanto frío y tras pasar al menos tres neumonías el pasado 18 de Marzo mi padre ya no pudo más y su corazón se detuvo y con él el mio se partió por la mitad.
Miles de recuerdos se agolpan en mi mente. Retrocedo en el tiempo y me parece imposible que todo haya terminado. De un plumazo toda una vida se esfuma y queda un vacío inexplicable, como si alguien te arrancase una parte de ti, una parte que creo que nunca volverá a ser la misma.

Los últimos meses fueron agotadores para todos. Muchos días de hospital quedan en los últimos recuerdos, momentos en los que creíamos que saldría adelante y otros en los que sus fuerzas se debilitaban hasta el punto de no poder hablar.
Curiosamente cinco horas antes de morir y tras haber estado todo el día anterior agonizando, sin responder a ningún tipo de estimulo; abrió los ojos se levantó de la cama y pidió el desayuno, desayuno que se comió el solo. Pidió que lo lavaran y estuvo hablando con nosotros tan tranquilo.
La Dr que atendía su caso se quedó descolocada cuando se lo dije. Me dijo que era imposible que hubiese hecho eso; pero así fue y cinco horas más tarde fallecía tras haberse vuelto a levantar para comer y comerse todo lo que llevaba en la bandeja. Después se tumbó se durmió y media hora más tarde dejaba de respirar.

Hasta pronto.